Entre el aquí y ahora se debate el sentimiento
de salir, de escapar, de gritar.
Donde encontrar la fórmula para remediar esta
inquietud que rebasa, que casi me hace explotar. No hay mas a donde ir, nada
más que esperar y enfrentar lo que viene.
Que desgaste es la espera. Tendré la paciencia
suficiente para seguir aguardando a que quieras decir gota a gota lo que tienes
arraigado profundamente. Pareces a una fiera enjaulada que quiere escapar, que
necesita alas para ir a donde no hay ruido, para ir a donde hay paz.
Quédate tranquila, aquí estoy yo…
A veces no tenemos a nadie más que a nosotros
mismos, a nuestro otro yo, entonces nuestros sentimientos de amargura se
vuelven imposible de plasmar, de escribir… solo se puede trasmitir y solo
vivir.