jueves, 1 de noviembre de 2018

Calavera

El 31 de octubre
Y siendo las meras doce
Esa noche muy lúgubre
Pablo estaba tose y tose

Se tomó el frasco entero
Que el médico recetó
Leyó noticias del Güero
Y tranquilo se acostó

Tocó alguien a su puerta
Tembloso fue y abrió
La calle estaba desierta
Cuando Pablo se asomó

Volvió a cerrar cuidadoso
Al vortear sufrió gran susto,
La parca con su rebozo
Lo abrazó con mucho gusto

¿Qué haces aquí señora?
¿Ves que quiero ya dormir?
De visita ya no es hora
Vete y no me hagas sufrir

La muerte con voz tenebrosa,
Dijo que lo llevaría
Y él con voz temblorosa
Respondió que no quería.

Aquí traigo un citatorio
Es mañana allá en el cielo
Mañana será tu velorio
Y pasado es el sepelio.

Entonces Pablo le dijo:

Podemos hacer un trato
Dime que si, vos flaquita
Si me dejas otro rato
Te conseguiré otra almita

Hay muchas en despacho
Te las presento si quieres
Les inventas un empacho
O por otros menesteres

La muerte se carcajeó
Y quiso el brazo tomarle
Al Doctor acorraló
Y hasta intentó besarle.

No puedes ahora llevarme
Dijo Pablo en su argumento
Por favor Vuelve en la tarde
Deja que haga testamento

Al borde del desespero
A su notario marcó
Con pulso de maraquero
Sus bienes bien repartió

Entre llantos y lamentos
Ruegos y peticiones
La huesuda por momentos
Casi le otorga perdones

Se lo llevó la huesuda
Al parecer por corajes
Eso fue quizá, sin duda
Y llevó bonito traje.

A una carroza elegante
Le sigue un cortejo enorme
Llevan flores muy fragantes
Y le gritan que retorne.

En su despacho le lloran
Era un amigo estimado
Muchas lágrimas afloran
¡era tan buen abogado!

Que Pablito no murió
Dicen las lenguas farsantes
Que para Arriaga partió
Y ya va con los migrantes.